Salvados en una tragedia: ¿existen los espíritus guardianes?

Lo vemos muy frecuentemente en las noticias: una persona que se salva casi milagrosamente de una situación muy peligrosa en la que podría incluso haber fallecido, de no ser por… ¿un ángel de la guarda?

Lo cierto es que tenemos múltiples historias casi increíbles por el grave peligro que corrió el protagonista, pero que para éste tiene un final «feliz». Tragedias que se han llevado por delante a un sinfín de almas pero que, por azar o por un misterioso salvador, hubo algún superviviente. Lo que nos interesa en este artículo es si el ser humano, que se compone de materia y espíritu (energía, esencia…) puede tener un espíritu guardián, un Tercer Hombre que nos proteja y vela por nosotros, llegándonos a salvar en ocasiones extremas. Sirvan de ilustración estos ejemplos:

Ron Difranceso, superviviente del 11S

Ron Difranceso, superviviente del 11S

Ron DiFrancesco: superviviente de los atentados del 11-S de EEUU. Se dice que él fue el último en salir de la torre sur antes de que esta se derrumbara. Ron dijo haber notado una presencia positiva que le animó, llamándole por su nombre, entre el caos, el humo y los heridos dentro de la torre una vez impactó el avión, una presencia que lo ayudó a salir de allí, y que incluso levantó a DiFrancesco del suelo, donde se postraba aturdido. Finalmente consiguió llegar a la entrada del edificio, y tras ver una gran bola de fuego quedó inconsciente, recobrando el conocimiento de nuevo en el hospital. Sano y salvo.

Frank Smythe: montañero que sintió la ayuda de un compañero, con el apoyo y ánimo correspondiente, al emprender la subida al Everest. Lo curioso es que cuando fue a darle un poco de comida, este «compañero» no estaba, como si se hubiera desvanecido.

James Sevigny: se fue de escalada con su amigo Richard pero debido a unas complicaciones hubo una avalancha con multitud de hielo cayendo. Richard murió y James tenía graves heridas. En esos momentos de desesperación, atrapado y angustiado, Sevigny pensó que era mejor dejarse morir cuando, de repente, escuchó una voz que le animaba a seguir. Una presencia que estuvo con él dándole instrucciones y apoyo para salir de ese grave problema y que desapareció cuando el escalador estuvo a salvo.

(Anónimo): un superviviente de la tragedia de los Alfaques, mal llamado por la prensa «El niño del polo», ya que se pensó que se salvó gracias a que fue a comprar un polo, pero esto no es así. Se salvó de milagro ya que en el momento de la tragedia se encontraba a pocos metros del epicentro, con un amigo suyo con el que iba a navegar. ¿pudo alguna fuerza invisible alejarle del lugar?

Como podemos ver algunos de los casos se dan en situaciones extremas de montaña, motivo por el cual muchos científicos explican este síndrome como un mecanismo de supervivencia interno en el ser humano, que nos mueve hacia la salvación en momentos de máximo estrés y desesperación. También este tipo de episodios se han achacado a alucinaciones propias de situaciones graves, así como a la hipoxia propia de las montañas, pero sus protagonistas dicen haber sentido una presencia que en ocasiones se revela como física. Además el hecho de que les marquen el camino y ayuden, no solo dando ánimos, hace de estos espíritus guardianes algo realmente misterioso.

Al fin y al cabo son muchas las personas que piensan que, incluso nuestros seres queridos fallecidos están a nuestro lado para protegernos. Se han dado situaciones de familias que perdieron un ser querido y éste se ha manifestado de diferentes maneras haciéndoles saber que está «ahí», velando por ellos. Incluso en puntos kilométricos clave en la concentración de accidentes se han visto figuras extrañas que podrían estar allí para avisar a distraídos conductores de un posible accidente, y segundos después, desaparecer en la noche.

Fuentes:

PEREZ CAMPOS, Javier: Los ecos de la tragedia. Planeta. Madrid. 2013

http://labitacoradelmiedo.wordpress.com/2010/12/26/el-factor-tercer-hombre-companeros-fantasmales/

http://asusta2.com.ar/2013/04/17/el-factor-tercer-hombre-de-ron-difrancesco/

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